El Mundial

Esto del mundial ya me pudre, hasta en el Animal Planet hablan de eso, odio que se acuerden de ser argentinos ahora, el colmo fue algo que me dijo un compañero de facultad: “Los himnos no se deberían cantar antes del partido, es al pedo”

Las posiciones ante este deporte, dependen muchas veces del sexo.
El hombre se apasiona, enloquece, se amarga, se pone nervioso, todo junto cuando el arbitro inicia el partido. Solo falta saber en que derivara eso. Ve en el fútbol sus deseos de la infancia, el querer ser como Maradona, que jamás llegó. Se cree que mirando fútbol está ayudando al deporte, que la buzarda de cerveza se desinflará sola, que el árbitro lo escucha cuando putea a la tele. Apenas empieza el partido, el hombre cambia su habla: se olvida las eses. Orsai!
La mujer, en cambio, se mantiene mas alejada, contemplativa. Entiende la verdad: son 22 negros maduros, corriendo atrás de una bola, cayendo como gays al más leve golpe, salivando, y demás. No sabe cuándo es penal, cuándo es offside y cuándo no tiene que hablar si van empatando 0 a 0, porque puede recibir un botellazo de cerveza en la saviola.